jueves, 6 de abril de 2023

La vidente que incomoda a Bracciano

 

La vidente que incomoda a Bracciano

Historias del mundo

Una supuesta virgen llorosa que atrae multitudes desespera a un pueblo italiano

La vidente que incomoda a Bracciano

La vidente que incomoda a BraccianoLV

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Decenas de personas escalan la colina de Trevignano Romano en busca de un milagro. Hay embarazadas, niños pequeños, ancianos, incluso gente que ha conducido desde Polonia. Aparcan los coches donde pueden y suben a pie hasta la cima, con el bonito lago de Bracciano a sus pies, movidos por la fe. “¿Disculpe, por aquí se llega a la madonnina ?”, pregunta una monja perdida. “Venimos aquí a rezar el rosario. No hacemos daño a nadie”, defiende otra mujer, a punto de dar a luz al pequeño Gabriele, que busca suerte para el parto.

Son las multitudes que atrae desde hace cinco años Gisella Cardia, una supuesta vidente que cada día 3 de cada mes convoca a sus seguidores en lo alto del monte, convertido en un santuario, para darles un mensaje después de la oración, y para la exasperación de los vecinos de este pueblo de 5.000 habitantes a 47 kilómetros de Roma. Lo hace ante una enorme cruz azul y una estatua de una virgen que, según dice, compró en el 2014 en una peregrinación al Santuario de la Virgen de Medjugorje a Bosnia-Herzegovina. Perjura que la virgen en cuestión ha llorado lágrimas de sangre en su casa. Un fenómeno que está siendo incluso estudiado por la diócesis de Civita Castellana, a la que pertenece Trevignano, que ha creado una comisión de investigación para esclarecer la verdad sobre el asunto.

El “milagro” más famoso es el de la multiplicación de la pizza: cuenta que de un trozo pequeño comieron 20 personas

El pasado lunes, 3 de abril, la supuesta vidente fue acogida como una estrella del rock. “¡Está llegando!”, clamaban los asistentes a las puertas de un recinto vallado, ante el que no permitían entrar con los teléfonos encendidos. Decenas de cámaras de televisión esperaban para dar información sobre un evento que ha despertado una gran curiosidad en este lugar. Sobre todo, porque algunos famosos presentadores italianos han dado voz a Cardia, una exempresaria siciliana de 53 años casada con un lugareño.

“Hijos amados –les dijo a sus seguidores en su última revelación– este es el momento de vuestra elección. Os pido, como madre dolorida, escoged a Dios. Hijos, los hilos de las tinieblas os están atenazando. Recordad que el sufrimiento ofrecido será gracia”. Mientras hablaba, cientos de personas se recogían, arrodillados. Un hombre, con una barba larguísima, se iba dando golpes en el pecho con una cruz de madera. Sus ayudantes, identificados con un peto de color blanco, se paseaban entre los fieles para comprobar si necesitan sillas, o recordar que nadie puede sacar el móvil.

El “milagro” más famoso que Cardia cuenta haber realizado es el de la multiplicación de las pizzas. Si los Evangelios hablan de la multiplicación de los panes y los peces, la vidente de Trevignano aseguró en televisión un episodio particular. “Una amiga llevó para mí y para mi marido un trozo de pizza muy pequeño que solo habría sido suficiente para nosotros dos y máximo para dos otras personas. En casa, sin embargo, éramos veinte, y no solo fue suficiente sino que bastó para saciar a todos”, contó a Mattino Cinque News. “No sé como habrá sido posible, la pizza no se terminaba nunca”.

Pero la siciliana no es profeta en su tierra. Los residentes de Trevignano están ya hartos de que su pueblo, de vocación turística, sea conocido ya por estos hipotéticos fenómenos paranormales. En el Ayuntamiento la alcaldesa se ha encerrado y no quiere hablar. “No te quiere decir nada porque está hasta las narices”, cuenta Mimmo, en una callejuela delante del lago. “La ignorancia es mucha, y cuando hay ignorancia la gente es fácil de convencer. Son almas con problemas que van a buscar estas hipotéticas gracias. Lo que molesta especialmente es la publicidad negativa”, opina. Otro local, Alessio, coincide. “Lo peor es cuando vemos a los niños con silla de ruedas. Vienen hasta de Polonia porque tienen a un cura polaco y los tienen allí encerrados como si fueran ovejas. Luego gana dinero, ¿sabes? Dicen que vende estatuas a 40 euros”. “El lago tan bonito que tenemos nos lo van a destrozar con estas tonterías”, critica un jubilado.

Los seguidores de Cardia hacen oídos sordos. Los hay ya recurrentes, como Alessandra, que viene cada mes desde hace un año con bocadillos traídos de casa y su entera familia. “Me ha cambiado la vida y vengo a agradecérselo”, justifica. “He sentido una llamada y he venido. Yo creo en las apariciones”, explica Agnese, sin aliento después de la cuesta. Y zanja: “Hay quien hace yoga al aire libre, nosotros hacemos esto. ¿Qué les importará?”.

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