Puede que ya hayas escuchado hablar o leído sobre las baterías de grafeno o sobre el grafeno aplicado a la medicina, por ejemplo. Un material con muchas aplicaciones interesantes, muchos usos y muchas ventajas que harán que pronto se hable mucho sobre él… Desde 1930 que se conoce el grafeno y hasta hoy, el abanico de posibilidades es amplio y el grafeno se ha convertido en un material (o nanomaterial) que promete mejoras en las baterías, en dispositivos sanitarios, en componentes deportivos, en pantallas…
El grafeno no es el material del futuro porque hace años que ya se trabaja con él pero su desarrollo es lento y su principal inconveniente es que supone un coste más elevado que usar otras alternativas con las que ya trabajamos. Es por ello, entre otros motivos, que las aplicaciones tardan en convertirse en una realidad al alcance de todos aunque ya hay muchos usos en el día a día y se espera que se multipliquen en próximos años.
¿Qué es el grafeno?
Antes de preguntarnos cuáles son sus principales ventajas o cuáles son las aplicaciones o las aportaciones del grafeno a nuestro día a día, conviene repasar qué es. Es un nanomaterial (un material con dimensiones inferiores a una millonésima de milímetro) que está compuesto por una agrupación de átomos de carbono que están colocados con una configuración hexagonal. Similar a la que tendría un panal de abejas.
Es una capa de carbono que tiene sólo un átomo de espesor y se trata de un material con un grosor muy pequeño, considerado como bidimensional. Es decir, que ocupa sólo dos dimensiones en el espacio. En cada milímetro de grafito, como el que usas habitualmente en lápices escolares, hay tres millones de capas de grafeno. Tres millones de capas de un material con grandes propiedades y características que hacen que sea muy útil y con muchas aplicaciones en el día a día: es superconductor, es duro, es ligero, es resistente
¿Cuándo se descubrió?
Ya en 1930 se habla del grafeno, no es una nueva moda. Se sabe que existe desde dicha década pero se abandonó como material ya que se consideraba demasiado inestable para trabajar en determinados campos. En 1986 empezó a considerarse como grafeno a las láminas de carbono del grafito. Fue muchas décadas después cuando Kostantin Novoselov y Andre Geim consiguieron aislado a temperatura ambiente, hecho que les valió el Premio Nobel de Física en 2010 y que a día de hoy nos permite múltiples aplicaciones o empresas especializadas en grafeno, en sus usos y en su distribución.
¿Cómo se obtiene el grafeno?
El grafeno es un mineral que necesita para conservar todas sus propiedades, ha de ser de la mayor calidad posible, porque cuanto peor sea menos aprovechable será.
Con el método tradicional de deshojar el grafito con cinta adhesiva, se obtiene el grafeno de mejor calidad, pero el proceso es lento y la productividad mínima, por lo que resulta insuficiente para la demanda que hay hoy en día.
El problema es que, hasta ahora, otro tipo de métodos para conseguir una mayor cantidad de este mineral, no han resultado efectivas ya que la calidad del mismo es realmente baja.
En la actualidad tenemos grafeno de dos formas.
- Grafeno en lámina: que es el de alta calidad, muy empleado en electrónica e informática, puesto que en estos dos sectores se requiere de un material altamente resistente.
- Grafeno en polvo: es de mucha menos calidad, el proceso de obtención es mucho más barato y hay mucha más producción.
Actualmente hay proyectos por todo el mundo, con científicos a la cabeza, tratando de solucionar la ecuación para conseguir este mineral con todas sus cualidades intactas, pero con un nivel de extracción que permita abastecer con suficiencia a la industria, lo que provocaría una bajada de precios que no tardaríamos incluso los usuarios. Pero desgraciadamente aún no se ha conseguido.
Características y propiedades
Hay muchas características que hacen que este sea un nanomaterial recomendable para todo tipo de usos y aplicaciones:
- Es duro, con una dureza superior a la del diamante
- Es resistente, cientos de veces más que el acero
- Es muy ligero y un metro cuadrado pesa menos de un gramo. Es decir, el grafeno tiene un peso 200 veces menor que lo que pesa el acero
- Es flexible, puede flexionarse sin sufrir daños
- Es bidimensional. Es decir, cada capa es de un átomo de espesor. Es un material 100.000 más delgado que un pelo.
- Es buen conductor térmico
- Es buen conductor eléctrico
- Es un material antibacteriano
- Es transparente a la luz
- Es más resistente al calor: se calienta menos que otros
- Es repelente al agua y a la corrosión, es hidrófugo
- Es capaz de reaccionar químicamente, formando compuestos nuevos
- Es capaz de soportar la radiación ionizante, ideal para medicina
- Es abundante, como hemos explicado en párrafos anteriores
Aplicaciones
Todas las características y ventajas anteriores hacen que el grafeno sea un elemento recomendable para muchos usos diferentes, desde la medicina hasta usos tecnológicos como mejores baterías, robótica o chips.
Baterías
Uno de los principales campos donde más vamos a disfrutar del uso del grafeno es en las baterías ya que nos permitirá tener hasta diez veces más capacidad pero también tener la batería lista y cargada en mucho menos tiempo. Aun así, parece un mito que nunca termina de llegar aunque llevamos años escuchando hablar de ellas… Ya hay compañías y empresas que están trabajando en baterías externas e internas de grafeno que se espera que lleguen aunque por el momento ningún fabricante ha conseguido dar el paso en el interior de teléfonos móviles aunque sí en alguna powerbank.
¿Por qué no han llegado aún? Por ahora las baterías de litio cumplen su función y cada vez los teléfonos móviles nos aportan mejor autonomía y cargas más rápidas… Puede que en unos años esto resulte insuficiente y haya que recurrir al grafeno pero, por el momento, usar baterías de grafeno en móviles supondría una inversión en recursos y un coste más elevado que repercutiría en el precio final aunque sí hay empresas que ya trabajan en ello.
Aunque sea poco común en fabricantes de móviles, sí hay algunas baterías que prometen ser el principio. Es el caso de una batería de la marca Real Graphene presentadas en 2020 (la segunda empresa tras Apollo) y que nos permite tener una batería de 3.000 mAh cargada en 20 minutos con un cable normal, sin tecnología de carga rápida. Además, aguantaría unos 1.500 ciclos con la misma capacidad frente a los 300 o 500 ciclos actuales de la mayoría de baterías. El problema está, como hemos dicho, en el coste que sería un 30% adicional al actual. Pese a ello, ya puedes encontrar baterías de grafeno externas en Amazon con 10.000 mAh de la empresa aunque habitualmente estarán agotadas.
Drones
Algunos drones ya utilizan baterías de grafeno que permite que sean más ligeras y más duraderas. Reduce el tiempo de carga y se espera que sea “el futuro” de los drones para que no tengan tantas limitaciones como actualmente. Los problemas son los mismos que en el caso de los teléfonos móviles: los precios de las baterías son muy superiores a las de litio y aún son escasas así que hace falta aún más desarrollo para que estén a la misma altura y puedan usarse unas y otras indistintamente.
Pantallas flexibles
Otro de los usos más esperados del grafeno es el de las pantallas flexibles. El grafeno es totalmente transparente y también tiene capacidades flexibles por lo que es una excelente opción en caso de paneles plegables para móviles.
Auriculares y audífonos
Más allá de en los discos duros, también lo vemos en auriculares de calidad que han lanzado algunas marcas (como Xiaomi, por ejemplo) que incluyen pequeños componentes de este material en su interior: desde la Universidad de Exeter ya se tratan con grafeno para limitar la vibración y conseguir un sonido más nítido y un dispositivo más resistente en auriculares. Esta aplicación sería también ideal para el campo de los audífonos de grafeno con mejor calidad y con un tamaño y peso que puede ser mucho más reducido que los normales.
Conexión a Internet
Aunque te parezca impensable, también puede ser un buen avance a la hora de conectarnos a internet y ya hace varios años que se habló de esta tecnología para sustituir a la fibra y que nos permitiría mayores velocidades aunque esto está lejos de globalizarse por el momento pero sus propiedades podrían ser muy interesantes de cara al futuro de Internet. Desde la Universidad de Cambridge hace diez años que trabajan en esto: en 2011 los investigadores consiguieron demostrar que el grafeno era capaz de captar una gran cantidad de luz y esto lo convertiría en una buena opción a la hora de crear cables que serían capaces de transmitir información muchísimo más rápido que en la actualidad: Internet sería más veloz que ahora.
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