Unas palabras
Hace muchos años, puede que no tantos, mi abuela arrancó a hablarme sin que yo hubiera dicho nada antes. Recuerdo que hacía mucho frío ese día, y yo estaba realmente contenta porque había llovido. Ella me miró, con esos ojos que han visto pasar más de 9 décadas y me dijo algo como: “Nunca corras detrás de la gente que ya sabe dónde estás”.
Entonces, debo reconocerlo, no la entendí. Nunca he sido una persona de esas que corren tras otras, temiendo perderlas. Tampoco lo había pensado nunca después, porque son de esas cosas que uno olvida y, luego, un buen día, te despiertas y lo recuerdas sin motivo aparente.
Nunca corras detrás de la gente que ya sabe dónde estás.
Entonces, debo reconocerlo, no la entendí. Nunca he sido una persona de esas que corren tras otras, temiendo perderlas. Tampoco lo había pensado nunca después, porque son de esas cosas que uno olvida y, luego, un buen día, te despiertas y lo recuerdas sin motivo aparente.
Nunca corras detrás de la gente que ya sabe dónde estás.
De Loba Blanca Combativa
No hay comentarios:
Publicar un comentario