Sindrome del hada

Mi primer no

Mi primer no, fue para quererte más, aunque ahora no lo entiendas. Con mi primer no, me quise más yo también, y el amor sumó. Te dejé ser más tú y pudiste quererte más. Los dos sentimos el desgarro. El de hacer daño a alguien a quien queremos. Solos cada uno. Y entonces, tú me admiraste por valiente. Y yo, te admiré por ser más libre. Y así, nos quisimos a través de cielos y de mares porque cada vez éramos mejor. Los dos solos, llenándonos de amor. Quizás, nos encontremos de nuevo rebosantes de alegría y de pasiones. Entonces, no nos quedará otra opción que regalarnos todo ese amor multiplicado.