El mala.
Un mala es un tipo de rosario que normalmente se utiliza para recitar mantras, generalmente tienen 108 cuentas o una fracción de este número, pero ¿porqué tienen concretamente 108 cuentas?
El mala (término sánscrito que significa guirnalda o collar) en realidad representa la eclíptica, la trayectoria del sol y la luna en el cielo. Los yoguis dividen la eclíptica en 27 partes iguales llamadas Nakshatras, y cada uno de ellos en cuatro sectores iguales llamados Padas o “pasos”, que marcan los 108 pasos que el sol y la luna recorren a través del cielo. Cada uno de estos pasos está asociado con una fuerza, energía o bendición especial, con la que teóricamente el recitador de manteas se alinea al girar las cuentas del mala.
Usar una mala es una manera simbólica de conectarnos con los ciclos cósmicos que rigen el universo.
La cuenta 109ª se llama “La cuenta o la bola del Gurú o también del monte Meru”. Representa a los solsticios de verano e invierno, cuando el sol parece detenerse en su curso.
Además, la distancia entre la Tierra y el Sol es aproximadamente 108 veces el diámetro del sol. El diámetro del Sol es aproximadamente 108 veces el diámetro de la Tierra. Y la distancia entre la Tierra y la Luna es 108 veces el diámetro de la luna. Esta es una de las razones por la que los antiguos sabios consideran el número 108 como sagrado.
El microcosmos (nosotros mismos) se refleja el macrocosmos (el sistema solar). Podríamos decir que hay 108 pasos entre la conciencia humana ordinaria y la luz divina en el centro de nuestro ser. Cada vez que recitamos un mantra y las cuentas del mala se deslizan entre los dedos, estamos dando un paso más hacia nuestro propio sol interior.
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