La ansiedad es la incapacidad de ubicarse dentro de uno mismo, de encontrar la paz interior.
ANSIEDAD es el resultado psicofísico y emocional que surge del intento constante de evitar un fracaso que se dibuja catastrófico en la mente. Es un forcejeo constante con un futuro que no existe y tejido con el material de un pasado que nos dolió.
Es pre-ocuparse, inocularse sufrimiento para paliar un supuesto sufrimiento futuro. Programarse a base de reacciones.
Un estado de alarma que te sumerge en una bruma de amenaza flotante donde has de estar preparado ante el peligro externo o interno, pues en cualquier momento puedes fastidiarla o pueden atacarte.
De hecho, desde un punto de vista biológico, la ansiedad es una respuesta adaptativa que prepara al cuerpo para el ataque o la huida, solo que cuando se da una situación de peligro en la que se corre el riesgo de perder la vida, esta respuesta sale de la objetividad para perderse en los mares de la subjetividad, y es entonces cuando la ansiedad comienza a extenderse ante cualquier estímulo que se interprete como peligroso, mediante un fenómeno de generalización. En la mayoría de los casos, el peligro lo corre nuestra identidad que ha de verse día a día defendida, reparada y sostenida ante un supuesto ataque externo o un posible fallo interno. Este malinterpretado fallo interno se auto repara con un ataque interno que usa como falsa herramienta didáctica: la culpa.
Es decir, que por un lado tenemos la ansiedad “racional”, que es puntual e instintiva, y por otro, la ansiedad “irracional” o metástasis de esa respuesta adaptativa natural que estremecida en el bullicioso cáncer de nuestras creencias no cesa de ver peligro donde realmente no lo hay.
Esa ansiedad irracional a veces se configura de una determinada manera dando lugar a diversos cuadros generales de sintomatología concreta como son:
-Fobias: Al no permitirse el individuo sentir el miedo y exponerse a él, imposibilita que la ola de la emoción llegue a su punto álgido, impidiendo la comprensión que se arroja luego en el descenso. De esta manera, el miedo al miedo se va incubando hasta dejar a la persona primero, en un frágil estado de hipersensibilidad ( como una piel sometida a constante roce), y segundo, en un umbral que hace que su miedo se pueda condicionar o relacionar con cualquier cosa, por ejemplo, con volar en avión, con insectos… De ahí se explica que aun no habiendo tenido nunca uno trauma en su infancia pueda alcanzar ese miedo.
– Trastorno con crisis de pánico: Estos episodios muchas veces son oportunidades de cruzar un portal interior, lo que pasa es que se ven frenados en vez de ser impulsados hacia su apogeo. Curiosamente las crisis son una expansión de la consciencia de la persona producida por el cambio de alcalinidad de su cuerpo que ella misma genera por el “chute de oxígeno” que le entra tras la hiperventilación debida al pánico. El asunto es que esto es visto por la persona como un indicio de que se esta volviendo loco, en vez de verlo como una oportunidad de trascender.
– Trastonos obsesivos- compulsivos: La persona organiza toda su vida para evitar que suceda algo que teme, o para evitar convertirse en alguien que no quiere ser, y así vive comprobando y comprobándose en una ratificación constante y enloquecedora.
– Trastornos de ansiedad gereralizada y preocupación constante
– Fobia social: Temen hablar en publico o se sienten constantemente juzgados por otros.
– Despersonalización: (Se miran en el espejo y no se reconocen , hay una distancia emocional con el reflejo) o desrrealización (ven el mundo como si estuvieran dentro de una botella de vidrio).
La ansiedad es miedo al miedo.
Vivir en la ansiedad es ser discípulo del miedo y la culpa. Dos falsos maestros que pontifican mandatos y asustan desde el trono que edifican sobre nuestras creencias disfuncionales.
La ansiedad es levantarse por la mañana pensando “debería de” , ” tengo que”. El resumen de la ansiedad es “no sé donde voy pero llego tarde”
Es quedarse en las superficie de lo que uno siente, en la marea de las emociones por miedo a bajar al profundo y sereno oceano subterraneo del sentimiento.
La ansiedad vive en el espacio imaginario que existe entre el presente y un futuro tejido con el material del pasado.
Los retiros de evolución interior con uso psicoterapeútico de ayahuasca permiten desactivar las creencias autolimitantes acerca de uno mismo y de la vida, que son precisamente el argumento inconsciente que sostiene la ansiedad, y las que nos venden en nuestra mente constantemente el siguiente paso a dar, sin pararse a respirar, y con el filo de una espada pendiendo sobre la cabeza. Asi, esas creencias, cuyo portavoz es la voz que habla en nuestra cabeza, nos azuzan al proyectar horizontes tenebrosos en nuestra mente.
La ansiedad es un estado alterado de consciencia. Cuando una persona toma ayahuasca la alteración se disuelve y desaparece la parte sintomática que en muchas ocasiones no nos permite ver el núcleo que se encuentra situado bajo la impotencia y la indignidad, una impotencia que lleva a la deseperación, la frustración y la desesperanza y que además es egóica, ya que se trata del intento constante de ser lo que no somos, de construir un castillo de naipes con trozos de aquí y de allá; logros, objetivos, metas y promesas que beben de nuestro pasado y que nos llevan a creer que lejos de Ser, somos en realidad un pequeño frankestein, una impotencia del intento desesperado de saber, un apaño para tratar de sostenernos en el constante ensayo y error, una casa construida en arenas movedizas. Y ese creer en lo que no somos nos mantiene constantemente en la búsqueda de una falsa dignidad.
La ansiedad es solo el síntoma de algo más profundo. Muchas personas preguntan si tomar ayahuasca agravará su ansiedad o si les dará un ataque, pero no es así, pues la ayahuasca, lo primero que hace es relajarte y después llevarte a descubrir que más allá de todos esos miedos se esconde el mayor miedo de todos, el miedo a la libertad, pues como dijo Soren Kierkegaard ante un acantilado cuando sentía las mismas ganas de saltar a lo desconocido que de ir hacia atrás : “La ansiedad es el vértigo de la libertad”. Vértigo de saber que tienes todas las opciones a tu disposición pero… ¿Cuál elijo? ¿ Y si me equivoco?…
La toma de ayahuasca te presenta tu vida ante los ojos y te da la oportunidad de tomar una actitud diferente ante ella. Ahora puedes saltar y confiar o seguir controlando. Los que confían experimentan la confianza y la paz que ésta otorga, comprueban el fin en sí mismo que es confiar, el regalo que reciben y su valor intrínseco, y se dan cuenta de lo que podrían llegar a vivir si confiaran día a día. Los que controlan ,sin embargo, siguen ahogándose en la fría sala de cámaras desde donde dominan su vida, pues el control es un ansiolítico que genera tolerancia como cualquier droga y eso les hace que cada vez tengan que controlar más, quedando al final recluidos en una claustrofobia existencial y pataleando sobre un ataúd itinerante.
La ansiedad es querer controlarlo todo. Si te atreves a soltar te darás cuenta de que nada sucedió como en tu mente se vio, y comprenderás que el miedo era un umbral para cruzar hacia un paraíso interior, una señal indicadora del camino, como si fueras un ave sobrevolando un campo que al ver al espantapájaros se asusta pero después toma consciencia de que lejos de ser una amenaza, en realidad es una señal de que ahí hay comida y entonces se deja caer de bruces hacia el tesoro, ese tesoro que está en su interior y que tanto miedo le da… Se ha dicho mucho eso de que tenemos miedo de nosotros mismos, pero no es así, el miedo es a lo que uno cree ser, porque lo que tú eres es amor y el miedo es la negación de ese amor.
Si saltas y te das el regalo de venir a uno de nuestros retiros, será para ti como acudir al espacio-tiempo y descubrir que esa voz que te decía en tu interior que la vida era algo más que vivir preparándose para no sufrir, tenia razón, y entonces serás bienvenido a “ser “con totalidad sin “re-ser-varse” y la vida dejará de ser una huida para ser un encuentro noble, pacifico y dulce con la esencia.
Las puertas ya están abriéndose y estamos aquí para acompañarte…
Sergio Sanz
psicologia@innermastery.es
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