Pfizer, Oxford, Moderna... ¿Qué vacuna del Covid-19 le va a tocar?
Seis compañías suministrarán a los países de la UE por los acuerdos con Bruselas
España sumará una reserva de más 135 millones de dosis
¿Qué vacuna se va a poner usted para inmunizarse del coronavirus? La respuesta corta es que no va a poder elegir. La versión larga es que dependerá de un cúmulo de circunstancias respecto a cuáles están autorizadas en Europa, la capacidad industrial de los fabricantes, los contratos europeos de suministro y el calendario de vacunación para Covid 19 por colectivos que diseñe el Gobierno.
De momento, llevan la delantera tanto la vacuna de la alianza entre Pfizer y BioNTech como la de AstraZeneca. Se espera que las primeras dosis de ambas iniciativas puedan distribuirse en Europa a finales de diciembre y a mayor escala a partir del primer trimestre de 2021. En esa carrera le siguen Moderna, Janssen, el consorcio de Sanofi y GSK y CureVac (ver gráfico).
De momento, estas son las empresas que van a distribuir en Europa, ya que son las únicas que han llegado a acuerdos de compra anticipada con la Comisión Europea, a la que se adhieren los Estados miembros, como el caso de España. Únicamente en el caso de Moderna el Ejecutivo de Ursula von der Leyen no ha terminado de rubricar el contrato. Los países pueden sumar otras adquisiciones a compañías alternativas, pero a nivel europeo no se está haciendo, ya que se ha cedido la negociación centralizada a Bruselas. Igualmente podrían sumarse en el futuro contratos de candidatas avanzadas diseñadas por Novavax, Medicago o el gigante Merck Sharpe & Dohme (MSD).
Con estos contratos, la UE se ha reservado ya 1.305 millones de dosis como mínimo, pero a los que se pueden añadir 660 millones opcionales. Por el reparto proporcional respecto a la población del país, a España le corresponderían entre 137 y 206 millones de viales si se suma a todos los pactos comerciales.
Aparte de esos contratos, por lógica, las primeras vacunas que lleguen serán las que más avanzadas se encuentran en el proceso de investigación. En este apartado son tres iniciativas: la norteamericana Pfizer y la alemana BioNTech; la británica AstraZeneca junto a la Universidad de Oxford, y la estadounidense Moderna. En estos tres casos, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) realiza una evaluación continua de estos ensayos para proceder a una autorización casi automática en cuanto se tengan datos médicos suficientes sobre la eficacia y seguridad, algo que podría suceder en las próximas semanas.
Pfizer y BioNTech lideran esa carrera, ya que este miércoles anunciaron que han concluido la fase III (la última etapa con miles de voluntarios antes de la autorización) con una eficacia del 95% y que prevén la distribución en Europa antes de Navidad. Moderna igualmente informó la semana pasada de una eficacia preliminar del 94,5%. Su distribución podría llegar en el primer trimestre de 2021. De AstraZeneca se espera que ofrezca datos de eficacia en breve y que comience la distribución en diciembre si antes recibe el visto bueno de la EMA. Salvador Illa, ministro de Sanidad, ya apuntó el mes pasado que espera 3,1 millones de dosis de esta farmacéutica para el mes que viene.
Van un paso por detrás Sanofi (que espera llegar a una autorización en el primer semestre de 2021); Janssen (primer trimestre), y Curevac (tercer trimestre). Pero en el caso de las dos primeras, lo que aportarían a esta carrera es un salto significativo en la producción a gran escala gracias a la fabricación de 1.000 millones de dosis al año cada una.
Hungría quiere saltarse la compra comunitaria y hacerse con la Sputnik V rusa
De hecho, uno de los condicionantes sobre qué solución se inyectará a cada ciudadano no solo es cuál se autoriza, sino si está disponible inicialmente. Por eso, cuando el Gobierno decida cuál va a ser el calendario de vacunación por grupos y edades, se prevé que durante los primeros meses se inyectará la solución disponible (Pfizer y AstraZeneca) sin que ni siquiera las Administraciones puedan elegir por otros criterios como precio o facilidad de almacenamiento. Ugur Sahin, consejero delegado de BioNTech, confirmó este miércoles que toda alternativa será recibida con fruición: “Realmente no espero una situación competitiva durante los primeros nueve meses porque cada dosis de vacuna aprobada que cualquiera pueda suministrar es bienvenida y probablemente se utilizará”. También avanzó que espera disponer de una nueva formulación de su producto en 2021, ya que en ahora tiene el inconveniente de una distribución a 75º bajo cero.
Por lo tanto, según vaya avanzando el calendario, para los españoles que sean los últimos en vacunarse es previsible que haya una mayor gama de opciones.
Todas estas compañías están fabricando viales simultáneamente a su I+D con el objetivo de tener millones de dosis preparadas cuando reciban la autorización sanitaria, aunque el gran salto industrial no se espera hasta la segunda mitad de año. El éxito de grandes fabricantes como Pfizer, Sanofi, MSD, AstraZeneca o Janssen sería crucial para que lleguen las vacunas de forma masiva a los centros de salud.
Factor precio
Ante la enorme necesidad por el problema sanitario y económico provocado por la pandemia, el precio no va a ser inicialmente un factor determinante una vez que la Comisión Europea ya ha firmado los contratos. Pero en importe, AstraZeneca se distancia por mucho, ya que su vacuna (dos dosis por 5,9 euros en total) es con diferencia la más barata, por lo que a medio plazo puede ser un factor relevante para las autoridades.
NI RUSAS NI CHINAS
Las vacunas que previsiblemente no llegarán, al menos no se esperan en los próximos meses, serán las chinas ni las rusas. Estos proyectos deberían previamente solicitar la autorización de comercialización a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para proceder a la evaluación de los ensayos realizados en otros territorios. “No es absolutamente necesario que haya ensayos en la UE, pero sí que las compañías sigan los procedimientos regulatorios que son los que garantizan la calidad, seguridad y eficacia exigible en nuestro territorio”, explican fuentes de Sanidad. Tampoco la Comisión Europea ha negociado contrato de suministro para estas alternativas.
Hungría, que tiene a Viktor Orban como primer ministro, ha levantado una polémica dentro de la UE al avanzar que negociará la compra de la vacuna rusa Sputnik V. Ese contrato se realizaría fuera del conjunto de los 27 y la Comisión ya ha advertido del riesgo que supone vacunar a la población magiar sin seguir los controles estrictos de los ensayos por parte de la EMA.
Actualmente, el departamento de Salvador Illa no ha comunicado el criterio de vacunación, ya que se debate en el Consejo Interterritorial en el que participan comunidades autónomas, y al que se suman sociedades científicas, expertos en bioética, la Asociación Española de Vacunología y expertos en modelos matemáticos. Pero el ministro sí ha ido avanzando algunas ideas de que primero deberían administrarse a personas mayores, profesionales sanitarios y otros colectivos de riesgo.
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