domingo, 7 de agosto de 2016

LA AVENTURA DE BUSCAR PIEDRAS BRUJAS

Hoy os voy a contar una pequeña aventura para que os familiaricéis un poco más con el chamanismo, y con lo que son los objetos de poder, en este caso una piedra de bruja.
Nuestra historia empieza con una viaje chamánico, poco antes de mis vacaciones. En él, uno de mis animales guía me asaltó de repente y me pidió que le siguiera, que tenía algo que enseñarme. Así lo hice y poco a poco en mi mente fue tomando consistencia la imagen de un lugar, una playa con guijarros en lugar de arena, y cuando pude ver por completo el sitio reconocí Sa Calobra (Mallorca). Le pregunté por qué me estaba mostrando aquel lugar, que casualmente iba a visitar en los próximos días.
“Cuando estés en este lugar, busca una piedra de bruja entre los guijarros. Cuando la encuentres, átale una cuerda, póntela al cuello, y date un baño en el mar con ella a modo de comunión y respeto. Si lo haces así, tendrás un poderoso amuleto contigo”.
Seguro que a muchos esto os parecerá bastante increíble (en el sentido literal). La mayoría de la gente con quien hablo se sorprende mucho de que se puedan tener este tipo de conversaciones, y mucho más de que los guías pongan “deberes” o “quests“. Debo decir que las personas que conozco que practican chamanismo también cuentan experiencias similares, así que por mucho que asombre os puedo asegurar que es un hecho bastante habitual, y que si nos tomamos la molestia de hacer caso muchas veces aprendemos cosas importantes durante la aventura.
Antes de proseguir, me gustaría explicar para aquellos que no lo sepan que una piedra de bruja o piedra de Odín, es una piedra con un agujero, creado de forma natural por la erosión. Se dice que son poderosos amuletos, y que son un regalo de la Tierra para aquellos que tienen la suerte de encontrar una. Históricamente los agujeros en piedras se han visto siempre como portales hacia otros Mundos, y por ejemplo en muchas culturas cruzar a los bebés a través de enormes rocas agujereadas era un acto mágico para sanar o traer fortuna. Así que me pareció un objeto de poder perfecto para alguien que practica chamanismo, y se supone que tiene la habilidad de cruzar el velo que separa los Mundos.

Me hice con un cordón y esperé pacientemente el día de excursión a Sa Calobra. Estaba eufórica y contenta, porque esa cala es inmensa y estaba segurísima de que encontraría no una, sino muchísimas piedras de bruja. Así que una vez allí comencé a rebuscar y rebuscar… y no fui capaz de encontrar nada. Me sentí bastante decepcionada, parecía imposible que entre tanta roca no hubiera ninguna agujereada. Y eso que estuvimos más de tres horas paseando por el lugar.
Mi pareja, que siempre procura ayudarme por raras que sean mis quests, decidió buscar y tuvo la suerte de encontrar una. Pero le dije que no podía dármela, que la piedra debía encontrarla yo, y me dijo: “Yo la he encontrado y yo quiero que te la quedes. Es la forma que tiene el destino de hacértela llegar”. No me pareció del todo correcto, porque algo dentro de mí me decía que las cosas no funcionan así, pero cedí. ¿Y adivináis que pasó cuando le puse el cordón? Pues que la piedra se partió, lo que confirmó que el destino quería que encontrara una por mi misma.
Ya nos marchábamos de la cala cuando decidimos darnos un último baño. Al caminar hacia el mar vi un montón de palomas comiendo pan que alguien había tirado entre los guijarros. Me acerqué un poco para verlas y al mirar hacia abajo, justo delante de mi pie, me pareció ver un agujero enterrado. Aparté un poco las rocas, y ahí estaba, una piedra perfecta, con un agujero perfecto. Le puse el cordón sin problemas y me di un baño en el mar con ella. Y de ese modo volví a casa con un tesoro y una quest cumplida, ¿cuál será la próxima?

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