El suicidio es el acto por el que un individuo, deliberadamente, se provoca la muerte. Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren depresión y que los parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado (hasta cinco veces más) de padecer tendencias al respecto. Los padecimientos psíquicos se encuentran presentes en nueve de cada diez casos de suicidio; entre ellos, aparte de la depresión se encuentran también los trastornos de ansiedad y las adicciones. Muchas religiones monoteístas lo consideran un pecado, y en algunas jurisdicciones se considera un delito. Por otra parte, algunas culturas, especialmente las orientales, lo ven como una forma honorable de escapar de algunas situaciones humillantes o dolorosas en extremo (Diccionario Esotérico)
En el universo y en nuestra sociedad Interana – dijo el hermano Interano – no existe esta palabra, ni el acto en si. El suicidio es parte de una sociedad intransigente y de un sistema totalmente subyugado hacia necesidades que carecen de importancia – callo un momento y continuó – es también una profunda deficiencia química en el molde-hombre, el cual no funciona adecuadamente, resultando en una salida drástica que acontece generalmente en las grandes ciudades. Podemos decir también que se produce por las desigualdades sociales, culturales, económicas etc. existente entre los seres, causando en ellos serias distorsiones y desequilibrios. Existe mayor riesgo cuando los síntomas de ansiedad, insomnio, angustia y desesperanza, son acompañados por síntomas psicóticos e ideas delirantes o melancólicas.
Los Nimeos-energía o sea el alma que desencarna en estas condiciones, teniendo la capacidad clara de su acto y acción, el universo no lo juzga ni condena como dicen algunas religiones, pero sí lo aísla a un determinado grado de frecuencias. El problema en si – continuó el hermano Interano – no es el acto que se comete, sino las condiciones negativas y adversas que los Nimeos-energía (alma) llevan consigo, cargando en si mismo, de una realidad a otra, una distorsión y enfermedad tan profunda, que el alma demorará mucho para poder transmutarla.
Nosotros, sus Hermanos-Ayaplianos, consideramos el suicidio una grave distorsión del alma o del molde-hombre. Entendemos también que la distorsión ha dado resultados de muchas maneras y formas y esta es una de las tantas con las que hemos tenido que lidiar, comprender, estudiar y analizar. El alma es muy compleja, las emociones la atrapan en circunstancias que muchas veces ustedes no pueden salir o librarse. Solo a través del conocimiento espiritual, el alma se libra de los karmas que trae de vida en vida”…
Texto: EL SER UNO V – Los Interanos – La Ciudad de Cristal
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