CÓMO DEBE CELEBRARSE LA NOCHE DE HALLOWEEN
por Carmelo Rios.
por Carmelo Rios.
La celebración de Halloween (del inglés All Hallows' Eve o Víspera de Todos los Santos), también conocida como Noche de Brujas, Noche de Muertos o Noche de Víspera de Difuntos, es una tradición cuyo origen se remonta a la época de los celtas y a su Noche de Samhain.
En esa mágica noche druídica de Samhain se abría una verdadera puerta dimensional, decían los antiguos, entre el al más allá y los mundo de los vivos y los muertos podían comunicarse.
El Samhaim o "final del verano", era una festividad vinculada con la luz de los antiguos celtas, que se celebraba al final de Octubre, y coincidía con la recogida de las cosechas. Los sacerdotes y las sacerdotisas recogían alimentos por las casas para las ofrendas a sus dioses de la luz, Lug, Belenos, Dagda, Taranis, Esus, Balar y muchos otros.
A partir de esa fecha los días eran mas cortos y las noches largas, de forma que la presencia y poder de la luz era menor.
Particularmente en esa noche, creían los druidas y las sacerdotisas de la Diosa Madre, que las fuerzas del mal y de la oscuridad podían acceder más fácilmente a la humanidad.
Por ello realizaban danzas, encendían hogueras o velas, y permanecían toda la noche despiertos cantando o realizando evocaciones e invocaciones a los dioses de la luz.
Particularmente en esa noche, creían los druidas y las sacerdotisas de la Diosa Madre, que las fuerzas del mal y de la oscuridad podían acceder más fácilmente a la humanidad.
Por ello realizaban danzas, encendían hogueras o velas, y permanecían toda la noche despiertos cantando o realizando evocaciones e invocaciones a los dioses de la luz.
Mas tarde, las huestes paganas de los que se hacían llamar cristianos, de los Cirilianos y Zelotes, y los antecesores de lo futuros nazis, los solados romanos, acusaron a los druidas de realizar en esas noches sacrificios humanos y otras abominaciones para justificar el saqueo, la matanza y la destrucción de sus templos naturales, de su cultura milenaria, de su ciencia y su inmemorial sabiduría.
Secuestraron a sus dioses de la tierra, del viento, del mar, del agua, del fuego y de la luz del umbrío catedralicio del bosque y los hicieron presos. Encadenados con supersticiones, con supercherías, con el miedo, la culpa y la vergüenza, que ocultaban el afán de poder, los confinaron hasta el día de hoy en su templos de piedra.
En la actualidad, debido sin duda a la perniciosa y aplastadora influencia anglo sajona, esta sagrada festividad no solo se ha profanado de su propósito protector y divino, sino que se ha convertido en su opuesto, una invocación a la oscuridad por medio de una ordalía de niños y a veces de adultos vestidos de zombis, de vampiros o de brujos y brujas.
Añádase la ingesta de alhohol, de drogas o mejunjes selváticos tan à la mode en la sociedad, y luego veremos aparecer los síntomas de no ser uno mismo, de estar desdoblado e incluso algo mucho peor, de lo que es mejor no hablar.
En las noches de Haloween se produce una verdadera entrada de fuerzas negativas que han de ser rechazadas y combatidas con las armas de la luz, la alegría, el bien, la bondad, la compasión y la oración.
En esa noche verdaderas puertas dimensionales hacia el plano inferior astral son abiertas y cualquier forma de obsesión y de posesión puede acaecer. Igualmente se producen crímenes, secuestros, raptos y otras maldades y es sabido que los brujos y magos negros usan esas fechas para incrementar su poder.
En las noches de Halloween monstruos disfrazados de monstruo campan a sus anchas por las calles de las ciudades de todo el mundo.
Las personas sensibles o sensitivos pueden percibir putrefactos hedores, escuchar sonidos horrísonos, música de baja frecuencia y palabras negativas en el espacio o en el interior.
Vístanse de blanco esa noche, increméntese la alegría, la bondad, la risa, el canto, los mantrams sagrados, la música santa, para combatir con la espada de la luz y del bien cualquier acecho o ataque de la oscuridad.
Vístanse de blanco esa noche, increméntese la alegría, la bondad, la risa, el canto, los mantrams sagrados, la música santa, para combatir con la espada de la luz y del bien cualquier acecho o ataque de la oscuridad.
En la noche de Halloween ( antigua Sanhaim) debe dejarse una luz encendida, cantarse, orar, leer textos de los grandes maestros, meditar, ejercerse en la plegaria santa del corazón, decorar la casa con flores, encender incienso de sándalo o rosas, lavarse con agua de rosas las manos y el rostro, y sobre todo¡ sobre todo, no disfrazar a los niños de monsshatruo, de espectro¡ pues esos rostros y deformados, esas máscaras horribles, esos cuerpos descarnados y ensangrentadas no son en lo absoluto una forma de conjurar el mal, sino de llamarlo e invocarlo abiertamente.
Que este próximo Samhaim sea una celebración de la luz, como antaño los sabios, los alquimistas, los iniciados, los ángeles benditos, los grandes mensajeros de la Divinidad enseñaron a la Humanidad
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