domingo, 5 de mayo de 2019

A mi abuela le ardía el corazón




A mi abuela le ardía el corazón... ella guardó secretos, los mantuvo dentro, le dolía sucamino. Porque ella anhelaba volar alto y ser en cada rumbo de su vida. Pero la vida le podía. La gente la crucificaba en su figura de madre y esposa.
Ella miraba la luna. Hoy sé que mi abuela pasaba noches mirando a la luna. Y rezaba por un respiro distinto. Rezaba por mi, sin saberlo. Para que yo lograra volar con libertad.
Y hoy cuando me miro tan mía sé que en mi corazón llevo la memoria de mi abuela, su anhelo, su mirada. Hoy sé que a veces quiero honrarla sufriendo, volando bajo, doliéndome. Por que mi corazón ciego piensa que esa es la forma.
Pero luego siento su historia y su dignidad en mi historia. Siento su corazón incendiado en mi corazón. Siento su hilo rojo tejido entre mis dedos. Y entiendo profundo, que para llevar su corazón digno requiero ser yo, ser para mi, ser amorosa y libre.
Abuela, siempre aquí estás conmigo, en la memoria de cada ovulación, en cada gota de sangre que va a la tierra. Yo te rezo con cada luna. Y agradezco tu beso de polvo de estrellas que me muestra el nuevo camino que puedo elegir: aurora boreal que me ilumina la oscuridad.
La Mujer Lunar
www.mujerlunar.com
Arte: Pepe Martinez

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