Uso y simbolismo del Mala Budista
Tradicionalmente el Mala Budista se compone de 108 cuentas de diferentes materiales que unidas forman una especie de “collar” que se coloca ya sea en el cuello o en el brazo izquierdo. Presenta tres divisiones marcadas en las cuentas 27, 54 y 81 dividiéndolo en tres partes exactas. Tiene una cuenta más grande o Guru que es en donde inicia y termina el mala. Al final de esta mala pueden tener una serie de filamentos o dos cuentas una redonda y una cilíndrica (como en el caso de los malas tibetanos) que representan la sabiduría de todos los Budas y la inherencia de todo fenómeno respectivamente.
El porque son 108 cuentas y no más o menos es difícil de decirlo, ya que el 108 es un número que tiene diferentes significados dependiendo la tradición, religión o cultura desde la cual sea observado.
Por ejemplo en el Hinduismo existen 54 caracteres y cada uno posee su lado masculino y femenino (Shiva y Shakti) así que en total se consideran 108 caracteres sagrados. También se dice que el dios Vishnu posee 108 nombres. Otras creencias nos dicen que en el cuerpo humano existen 108 marmas (puntos vitales de acceso al prana) distribuidos a lo largo de el, mismos que son representados en el Sri Yantra. En fin, en el hinduismo el número 108 aparece en innumerables ocasiones ya que se le considera un número relacionado con lo sagrado. Por otro lado en el Islam el 108 es un número usado para referirse a Dios o a la divinidad; en un plano astrológico se dice existen 12 casas zodiacales que multiplicadas por los 9 planetas del sistema nos da un total de 108.
En el Budismo el número 108 tiene también varias representaciones. Se dice que existen 108 tipos de oscurecimientos mentales que impiden ver claramente o con la vista de un Buda, despierto o iluminado. Estas 108 kleshas (oscurecimientos o venenos) provienen a partir de la siguiente formula: Las tres formas de experiencia (positiva, negativa o neutra) multiplicada por los 6 sentidos (vista, oído, tacto, gusto, olfato y conciencia o mente) nos da un total de 18. Luego estos 18 por las dos formas de experimentar toda experiencia ya sea como apego o aversión nos da 36. Y estas multiplicadas por las tres formas de tiempo (presente, pasado y futuro) termina por darnos el número de 108. Cuando el ser es capaz de superar estas 108 kleshas entonces alcanzará el nirvana o la iluminación.
En fin, seguro si buscan encontrarán cientos de explicaciones del porque el número 108 usado en las cuentas de los malas, algunas de ellas sin fundamentos reales filosóficamente o religiosamente hablando. Pero lo cierto es que en todas las tradiciones se le asocia con algo sagrado o supremo, y es ahí donde radica su importancia más allá de como lo conciba cada quien. El 108 es solo un número simbólico pero muy muy importante.
Luego viene otra pregunta el porque esta dividido en tres partes. Al igual que el número 108, el número 3 a’parece representado en múltiples religiones o tradiciones espirituales. En el Budismo pudiera representar los tres tiempos (presente, pasado y futuro); el cuerpo, palabra y mente (importantes a purificar); los trea venenos (odio, avidez e ignorancia) o las tres joyas (el Buda, el Dharma y la Sangha). En fin, tambien puede tener muchos significados, todos igualmente importantes y trascendentes para todo budista.
A la cuenta mayor del mala se le conoce también como Gurú y representa a la divinidad o el ser supremo. En el caso del Budismo representa a la posibilidad de todo ser sintiente de alcanzar el estado de Buda. Representa también a todos los Budas y por lo tanto a la iluminación misma con todo lo que esta conlleva. El porque no se debe pasar sobre esta cuenta es una muestra de respeto hacía el maestro o Gurú.
A la cuenta mayor del mala se le conoce también como Gurú y representa a la divinidad o el ser supremo. En el caso del Budismo representa a la posibilidad de todo ser sintiente de alcanzar el estado de Buda. Representa también a todos los Budas y por lo tanto a la iluminación misma con todo lo que esta conlleva. El porque no se debe pasar sobre esta cuenta es una muestra de respeto hacía el maestro o Gurú.
El mala se utiliza en el Budismo principalmente para recitar mantras. El llevar un mala para hacerlo garantiza el por lo menos realizar una recitación continua de 100 mantras, es decir, se dice un mantra por cada una de las cuentas del mala. El mantra debe girarse en dirección horaria con los dedos pulgar (que representa la divinidad o el estado del Buda en este caso) y el dedo índice (que representa el ser individual); el hacerlo con estos dedos representa la unión de lo divino con lo individual, o la búsqueda de la budeidad. Al llegar a la cuenta final y para continuar el conteo de mantras, se debe girar el mala de forma que no se pase sobre la cuenta Gurú, y se reinicia de nuevo el conteo. Algunos malas poseen contadores extras entre las cuentas 8 y 9 con aros que sirven para realizar conteos de décimas y centésimas en la recitación de mantras.
El recitar mantras es para evocar determinadas cualidades (determinadas por el mantra mismo) y con ello lograr el despertar o la iluminación. Esto es su principal objetivo, claro está que lograr la iluminación llevará varias vidas, pero los mantras nos llevan a traer a nuestra mente los estados mentales de un Buda e intentar que esta se identifique con ellos y se liberé de lo ilusorio. Importante es decir que se puede recitar cualquier mantra; o en el caso de otras tradiciones espirituales que usen sus propios malas (o rosarios), se puede recitar cualquier oración.
Los materiales tradicionales de los que se ha hecho el mala son la madera (del árbol del Bodhi o donde alcanzó la iluminación el Buda histórico), de sándalo (el más resistente) e incluso de hueso animal o humano (estos son usados solo por personas espiritualmente elevadas por su carga kármica). Aclarando que ni los animales ni los humanos, son asesinados con fines de realizar el mala. En la actualidad estos también se realizan de diferentes materiales de piedras preciosas con los cuales estos se cree adquieren también las propiedades de dichas piedras.
Como se puede ver el mala es todo MENOS un artículo de joyería más, de lo contrario solo pasaría a incrementar nuestro ego. Con esto no digo que no se debe buscar un mala que nos resulte atractivo, sino que NUNCA hay que olvidar su verdadero significado simbólico (sea budista o no) y sus verdaderos usos. El mala puede convertirse en algo tan sagrado como cada quien lo decida. No me refiero a sagrado como una adoración ciega, sino a sagrado por su representación espiritual.
Así que si tienes un mala úsalo para tu práctica, cuídalo, medita con él, busca te ayude a liberarte; pero sobre todo úsalo como un elemento para tu desarrollo espiritual y personal. Recuerda que NADA, ni el mala mismo tiene el poder para liberarte por si mismo. Hay que quitarnos esa tendencia a colocar y esperar todo en lo externo al ser. O como escuche hace poco “la iluminación es de quien la trabaja”. El mala como muchos elementos solo son un punto de apoyo para lograrlo, así que cuídalos y valorarlos solo en esa medida; no le pidas que te otorguen algo para lo que no están hechos, sino solo vendrán a ser un punto más de sufrimiento y de la rueda samsárica de la existencia. Al final no importa si traes el mala más caro o el de los “mejores” materiales; lo importante es comprender profundamente su significado y lo que te comprometes al portarlo.
Agradecido a Medita Vive.Publicado el 27 diciembre, 2011.
Agradecido a Medita Vive.Publicado el 27 diciembre, 2011.
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