Melatonina: ¿estamos ante una nueva ayuda contra el Covid-19?
La terapia con esta hormona se debería realizar tanto para prevenir la infección de las personas en riesgo, caso de embarazadas, mayores y personal sanitario, como para aliviar los síntomas en quienes ya están infectados
Es una hormona que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo. Se produce a partir del aminoácido esencial triptófano, mediante la transformación en la glándula pineal (la cual está en la base del cerebro) de serotonina en melatonina. Entre sus funciones destaca que regula nuestro reloj biológico, estimula la secreción de la hormona del crecimiento, parece intervenir regulando nuestro apetito y modulando la producción de gonadotropinas (se encargan del desarrollo y funcionamiento de ovarios y testículos) y actúa como un potente antioxidante combatiendo los radicales libres. Pero lo más importante es que mejora el sistema inmunológico ayudando a inhibir algunas infecciones, pues aumenta nuestras defensas naturales.
"El hecho de que la secreción de la melatonina disminuye con la edad puede explicar la mortalidad mas elevada en personas mayores"
Varios estudios recientes subrayan el potencial curativo de la hormona melatonina administrada a pacientes con una fase avanzada de la infección con Covid-19. Hay incluso empresas que han empezado a fabricar preparaciones de ella de aplicación intravenosa para pacientes en fases críticas de la enfermedad, incapaces de ingerir la hormona por la vía oral (la forma habitual del tratamiento).
En declaraciones a Alimente, Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen de Granada, destaca: "La melatonina, hace poco considerada responsable de nada más que la regulación del ritmo de sueño, tiene muchísimos más efectos en prácticamente todas la células del organismo. La melatonina no ataca directamente al virus, sino que favorece los mecanismos de la defensa del cuerpo humano. El virus responsable de la enfermedad Covid-19 es una forma modificada de otros tipos de coronavirus, que solo ocasionaban resfriados banales y no peligrosos durante muchos años. Como se trataba de infecciones banales y frecuentes, prácticamente todas las personas tenían anticuerpos específicos contra estos virus (memoria inmunológica), como consecuencia de una infección anterior superada".
"Debido a la modificación (mutación) que ocurrió en el virus responsable de Covid-19, este virus no es reconocido como un intruso por los anticuerpos específicos presentes en el organismo. Como consecuencia, el organismo reacciona de una manera más primitiva, empleando mecanismos de inmunidad innata, ciega, que reconoce a la nueva forma del virus como un intruso, pero no sabe luchar contra él de una manera selectiva", insiste.
Las evidencias
Así, un trabajo publicado en 'Melatonin Research' por Dunxian X Tan, de Bio-Life en San Antonio (Texas, EEUU), y Ruegiger Hardeland, de la Universidad Göttingen (Alemania), destaca: "La mortalidad de las enfermedades infecciosas de virus mortales como el SARS, MERS, Covid-19 y la gripe aviar a menudo es causada por la respuesta inmune innata no controlada y la inflamación destructiva. La mayoría de las enfermedades virales son autolimitadas bajo la ayuda del sistema inmunitario adaptativo activado. Esta actividad depende de la proliferación celular y, por lo tanto, requiere varias semanas para desarrollarse. Los pacientes son vulnerables y la mortalidad generalmente ocurre durante este periodo ventana. Controlar la respuesta inmune innata y reducir la inflamación durante este período aumentará la tolerancia de los pacientes y disminuirá la mortalidad".
La melatonina es una molécula que muestra las propiedades respectivas, "ya que regula negativamente la reacción exagerada de la respuesta inmune innata y el exceso de inflamación, pero también promueve la actividad inmune adaptativa. Muchos estudios han informado de sus efectos beneficiosos en infecciones virales mortales en diferentes modelos animales y su eficacia terapéutica en pacientes con shock séptico. Además, tiene un gran margen de seguridad sin efectos adversos graves. Sugerimos su uso como terapia complementaria o incluso regular para enfermedades virales mortales, especialmente si no hay un tratamiento antiviral directo eficaz disponible".
Se suman a estas conclusiones las recogidas recientemente en 'Cell Discovery' por investigadores de la Clínica Cleveland (EEUU). En el ensayo se comparó el Covid-19 con el coronavirus que causó el brote de SARS de 2003 utilizando una técnica llamada 'análisis de proximidad de red' para identificar combinaciones de medicamentos existentes que pueden ser capaces de atacar factores celulares que permiten que los virus se repliquen.
El análisis arrojó tres posibles combinaciones de medicamentos: melatonina más un medicamento de quimioterapia mercaptopurina; sirolimus, más comúnmente usado para prevenir el rechazo del trasplante de órganos, combinado con otro fármaco de quimioterapia, la dactinomicina; y el medicamento contra el cáncer de mama toremifeno más emodina, un químico que se encuentra en plantas como el ruibarbo.
La técnica de la Clínica Cleveland se basa en la idea de que las proteínas dirigidas a enfermedades específicas, como el cáncer, también podrían funcionar como antivirales. Esto se debe a las interacciones proteína-proteína comunes y las 'vías funcionales' que ocurren cuando los virus interactúan con sus anfitriones, según el artículo de la revista. El equipo utilizó la misma técnica para identificar posibles medicamentos reutilizables para tratar el ébola hace unos años.
Una limitación de la técnica de la Clínica Cleveland, advirtieron los investigadores, es que no puede predecir los posibles efectos secundarios de las combinaciones de medicamentos. Por lo tanto, los estudios preclínicos tendrían que completarse antes de que cualquiera de los 'combos' pueda probarse en personas.
Prevenir en lugar de curar
Sin embargo, Jan Tesarik asegura: “En medicina es mejor prevenir que curar”. El científico granadino recuerda que “la melatonina pudo salvar vidas en fases terminales de diferentes enfermedades virales precedentes, como SARS, MERS o gripe aviar, pero sería un error esperar estos extremos para iniciar el tratamiento".
Como profesional de la salud especializado en el tratamiento de infertilidad, Tesarik se enfrenta al problema del nuevo coronavirus en el contexto de la reproducción asistida y también en relación con la prevención de los riesgos, ocasionados por el virus en las mujeres embarazadas, para la salud de ellas mismas y de su descendencia. En esta actividad, Tesarik ha descubierto que “las medidas preventivas que estamos aplicando desde hace años para prevenir fallos de implantación de embriones, abortos involuntarios espontáneos y anomalías de los neonatos pueden ser útiles también para la prevención de daños potencialmente causados por Covid-19 en las mujeres embarazadas”.
Inmunidad buena y mala
Hay dos tipos de inmunidad, la innata y adaptativa. La innata es ciega y se activa cuando el organismo no tiene otras opciones para protegerse contra la invasión de un patógeno. La adaptativa es inteligente, dirigida contra el patógeno causante la enfermedad. En casos de patologías causadas por patógenos nuevos, como es el caso de Covid-19, la única respuesta defensiva posible es la que utiliza la inmunidad ciega, innata. Por desgracia, aunque sea la única forma de defenderse contra el intruso, en algunos casos causa más daños que beneficios. La administración de la melatonina puede frenar la respuesta ciega, activando en el mismo tiempo la respuesta adaptativa, inteligente, como nos ha enseñado la experiencia con otra infección viral mortal, la del virus de Ébola, tal y como demuestra un ensayo en 'Melatonin Research'.
El doctor Tesarik ha utilizado el tratamiento con melatonina durante años en casos de diferentes patologías de mujeres, incluyendo la menopausia precoz, adenomiosis, endometriosis, fallos repetidos de fecundación in vitro (FIV) o abortos involuntarios espontáneos. Según él, los mecanismos de estos problemas son básicamente los mismos implicados en el desarrollo de la infección por Covid-19 y es muy razonable utilizar el tratamiento agresivo con la melatonina en casos muy graves para salvar las vidas in extremis.
Sin embargo, insiste, "un tratamiento con ella en dosis más bajas (5-10 mg/día para un adulto) podría tener un efecto preventivo o, por lo menos, atenuante en personas expuestas al riesgo de infección o en las ya infectadas, asintomáticas o con problemas leves. Esto podría reducir el número de personas que precisan ser ingresadas en las unidades de cuidados intensivos, y así aligerar la presión actual sobre la capacidad de hospitales españoles”.
Recomendaciones
Además, Tesarik recomienda encarecidamente su administración (5-10 mg al día) a todas las mujeres embarazadas, así como a las personas (personal sanitario, policía) expuestas al riesgo elevado de contacto con la gente afectada por Covid-19. “Aunque los resultados neonatales de madres infectadas no son muy alarmantes, hay una tendencia hacía diferentes tipos de problemas en los neonatos”, añade. Así lo demuestra un estudio publicado en 'Jama Pediatrics' llevado a cabo con 33 neonatos de madres con la infección de Wuhan, China.
Jan Tesarik ha sacado a la luz varias investigaciones sobre los efectos beneficiosos del tratamiento con melatonina en mujeres infértiles y en féminas con riesgo de cáncer. Asimismo, otros estudios han demostrado un efecto preventivo de su administración en las personas mayores para frenar el alzhéimer, como constata en un ensayo publicado en 'Melatonin Research'.
El hecho de que la secreción de la melatonina disminuye con la edad puede explicar la mortalidad elevada en personas mayores afectadas por el coronavirus en comparación con las más jóvenes. “Por lo tanto, hay que utilizarla preventivamente en toda persona mayor para evitar consecuencias graves en caso de una eventual infección. En cuanto a mujeres jóvenes, aparte de retrasar la edad de la menopausia, su ingesta también tiene un efecto protector".
¿Para todos?
"Todo el mundo puede tomar melatonina sin riesgos notables para su salud, incluso en dosis mucho más elevadas que las actualmente en uso. Los efectos secundarios de la melatonina son rarísimos, y todos son más bien desagradables que realmente peligrosos. Algunas personas pueden sufrir un ligero dolor de cabeza, mareos, náuseas o somnolencia persistente, sentimientos depresivos de corta duración, baja tensión arterial o desorientación. Sin embargo, la mayoría de estos efectos adversos resulta de una combinación de la melatonina con otros fármacos, tales como antidepresivos, anticoagulantes, anticonvulsivos, anticonceptivos o inmunosupresores. La experiencia con la melatonina durante el embarazo está limitada. Se desaconsejan las dosis altas. Sin embargo, en casos de la infección de mujeres embarazadas con Covid-19, los beneficios de la administración de la melatonina prevalecen sobre los riesgos hipotéticos", recuerda el especialista de Granada.
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