Cómo un pez de hierro te puede hacer más fuerte
- 23 mayo 2015
Cuando Christopher Charles, un graduado en ciencias, visitó Camboya hace seis años descubrió que la anemia era un enorme problema de salud pública.
En los pueblos de la provincia de Kandal no se encontró con niños ágiles y despiertos, sino que eran pequeños y débiles, con un desarrollo mental lento.
Las mujeres sufrían agotamiento y dolores de cabeza, lo que las hacía incapaces de trabajar.
Y las embarazadas enfrentaban serias complicaciones de salud antes de dar a luz, hemorragias entre otras.
Era anemia. Así que, a partir de entonces, Charles se obsesionó con el hierro.
Problema nutricional común
La anemia es el problema nutricional más común del mundo y afecta principalmente a mujeres en edad de procrear, adolescentes y niños.
En los países en desarrollo, como lo es Camboya, esta condición está particularmente extendida. Casi el 50% de las mujeres y los niños la sufren y su causa principal es la deficiencia de hierro.
Como el hierro ayuda a la creación de glóbulos rojos, la falta de esta sustancia hace que el cuerpo tenga suficientes células de ese tipo, células que proporcionan el oxígeno a los tejidos corporales.
Así que, si no hay suficientes glóbulos rojos, los órganos terminan no teniendo suficiente oxígeno.
Y como consecuencia, los afectados suelen sufrir cansancio, falta de aliento, palpitaciones y palidez.
Además, suelen ser más susceptibles enfermarse y a contraer infecciones.
Sin embargo, la solución común, los suplementos o pastillas para aumentar la ingesta de hierro, no está funcionando en Camboya.
Y es que no hay gran disponibilidad de pastillas y la mayoría tampoco se las puede permitir. Además, debido a los efectos secundarios, muchos afectados no las quieren tomar.
Ante esto, Charles tuvo una novedosa idea.
Inspirado por investigaciones previas que demostraban que cocinar en ollas de hierro incrementaba el contenido de esta sustancia en los alimentos, decidió poner un pedazo de ese metal en una cazuela también metálica.
Su invento, ahora con forma de pez, símbolo de la suerte en la cultura camboyana, fue diseñado para liberar la cantidad exacta de hierro que faltaba a las mujeres y niños del país.
La receta es fácil, dice el científico.
"Hierve agua o sopa con el pez de hierro durante al menos 10 minutos", explica.
Así se libera el hierro del objeto metálico. "Después lo puedes retirar (el pez) y añadir un poco de jugo de limón, algo importante para la absorción del hierro".
De usarse de forma correcta a diario, Charles asegura que debería aportar el 75% de la cantidad diaria de hierro recomendada para un adulto e incluso más para un niño.
Pruebas realizadas con cientos de habitantes de una provincia de Camboya demostraron que cerca de la mitad de ellos dejaron de tener anemia después de someterse al "tratamiento" durante 12 meses.
"Mejor que las pastillas"
Imelda Bates, directora del departamento internacional de salud pública de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, en Reino Unido, dice que el pez de hierro es bienvenido.
"Este tipo de enfoques son mucho mejores que las pastillas, ya que éstas son realmente horribles", señala.
"Si es algo culturalmente aceptable y no demasiado caro, entonces cualquier mejora de los niveles de anemia sería muy beneficiosa".
Cerca de 2.500 familias de Camboya usan ahora el invento y la compañía The Lucky Iron Fish ha distribuido unos 9.000 peces en hospitales y a través de organizaciones no gubernamentales del país.
Pero lo que más satisface a Charles es el hecho de que los ciudadanos parecen haber aceptado el sonriente pez de hierro de 7,6 cm de largo y 200 gramos de peso.
Así lo confirmaron una mujer y su hija que participarán en uno de los ensayos con el pez de hierro en la provincia Preah Vihear y que prefirieron no revelar su identidad.
"Estoy contenta. Los resultados de los análisis de sangre muestran que tengo deficiencia de hierro, así que espero curarme y estar saludable pronto", señaló una de ellas.
"Creo que a toda la gente del pueblo de Sekenroung le gustará el pez, porque el pescado es nuestro alimento diario".
Aumento de la anemia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que dos millones de personas, más del 30% de la población mundial, son anémicas, principalmente por falta de hierro.
Ante esto, la máxima autoridad sanitaria internacional señala que terminar con esa deficiencia es prioritario tanto para los individuos como para los gobiernos.
"Los beneficios son sustanciales. Tratando a tiempo se puede restaurar la salud y aumentar la productividad del país en un 20%", explica el organismo.
Y hace énfasis en que son los más pobres y vulnerables los que más tienen para ganar.
Aunque también hay otras formas de anemia, más allá de las ferropénicas, las caracterizadas por la deficiencia de hierro en los glóbulos rojos.
Esa condición también puede ser causada por la deficiencia de las vitaminas B12 y A, por infecciones por parásitos como la malaria u otras enfermedades infecciosas.
Es en estos casos cuando la situación se vuelve más complicada, señala Bates.
"La anemia es un problema multifactorial. Es el producto final de muchos problemas de salud", explica.
"Y medir si la gente tiene suficiente hierro o no en su cuerpo es algo muy difícil en los países en desarrollo", añade.
Por consecuencia, dice, no es sencillo calcular la cantidad de personas con deficiencia de hierro.
Dieta de arroz
La causa de aquellos con anemia ferropénica a menudo suele ser una dieta pobre. Es el caso de Camboya, confirma Charles.
"Tienen una dieta verdaderamente pobre: un gran plato de arroz y quizá una pequeña porción de pescado", describe.
"En eso consisten sus dos comidas diarias", dice. "Y no cumplen con sus requerimientos nutricionales".
Lo que falta en su dieta son alimentos ricos en hierro, particularmente carne roja.
Los vegetales de hojas verdes, como las espinacas, no tienen tanto hierro como la carne, y para que sean de alguna forma beneficiosas no deberían cocinarse en exceso.
Mientras la dieta no cambie, el proyecto The Lucky Iron Fish pretende hacer llegar su producto a todas las partes del mundo que lo necesiten, incluidos Canadá, Estados Unidos y Europa.
Entonces, ¿debería todo el mundo poner una pieza reciclada de auto en su sopa?
De acuerdo a los expertos, no hay razones para ello, al menos en los países desarrollados.
Y es que en estos los niveles de anemia son mucho menores, ya que hay un mayor acceso a alimentos ricos en hierro, algo que termina marcando la diferencia en el caso de mujeres embarazadas y vegetarianos, por ejemplo.
Podríamos también comer limaduras de hierro, por supuesto, pero no sabrían ni la mitad de bien que estos alimentos ricos en hierro.
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