EL NOMBRE MÁGICO
Tanto los wiccanos o neopaganos actuales, como los antiguos practicantes de la tradición pagana y druídica utilizaron y utilizan su nombre mágico en la práctica de su arte. El nombre mágico es diferente del nombre civil (con el que nos registran al nacer) y se diferencia de este, sobre todo, en que somos nosotras quienes lo escogemos.
El nombre mágico debe ser conocido solo por nuestros hermanos de culto, nuestro aquelarre o personas de máxima confianza, pues nada puede ser más peligroso que dar a conocer nuestro nombre mágico a los demás. Esto se debe a que una vez que elegimos nuestro nombre y nos vinculamos con él, éste hacer referencia a nuestro auténtico yo, a nuestro mundo interior y a nuestra esencia tanto humana como mágica..
La elección del nombre mágico debe seguir algunas reglas, por ejemplo que de verdad nombre nuestra esencia, una bruja blanca por ejemplo nunca se pondría el nombre de una bruja negra histórica. Nuestro nombre mágico debe hacer referencia a quiénes y cómo somos en realidad, sobre todo porque en las noches del alma debe recordarnos nuestro verdadero camino y evitará que nos perdamos. No debe quedarnos grande ni pequeño y no debe ser inmóvil. Es decir, la práctica y estudio de las artes mágicas son tan cambiantes y tan fluidas, podemos crecer tanto y nos cambian tanto tan rápido, que es posible que después de varios años nuestro nombre mágico ya no nos designe del mismo modo, podemos cambiarlo entonces siempre y cuando respetemos las mismas normas.
En la vida cotidiana, nuestro nombre mágico nos ayuda en la meditación y el trabajo astral a conectar nuestro yo interior con nuestro yo exterior, nuestro ego y nuestro espíritu.
La regla básica a seguir en la búsqueda de nuestro nombre mágico, es que se corresponda con nuestro número de nacimiento, este se consigue sumando las cifras de nuestra fecha de nacimiento. por ejemplo: si nacimos 14 de enero de 1970 tendríamos que sumar 1+4+0+1+1+9+7+0 dando como resultado 23. luego sumamos 2+3 dando como resultado 5, pues bien, ese es el número de nacimiento. Os dejo una tabla con las correspondencias numéricas de nuestro abecedario para que podáis calcular y hallar vuestro nombre mágico, puede ser simple o complejo siempre que sume vuestro número de nacimiento..
Por último, os recuerdo que la magia es algo fluido y rítmico, dejad que llegue a vosotras el nombre, no lo forcéis, tal vez hoy no se os ocurre ninguno o los que llegan no suman vuestro número, pero mañana, de repente llega a vuestra intuición, yo tardé varios años en encontrar el mío.
Os deseo luz, amor y sapiencia
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