LIMPIEZA y CIERRES DE PROTECCIÓN.
Este es el procedimiento para limpiar instantáneamente la energía o el aura de una persona o de un objeto y al mismo tiempo protegerlo y resguardarlo de agresiones externas que amenacen con destruirlos.
Utilizamos signos con las manos para limpiar y luego encapsulamos el ambiente limpio en una corteza de luz o círculo de protección.
El efecto es visible en los mundos internos o a los ojos de un clarividente. Se forma una piel o cascaron en la parte externa del aura de la persona o del recinto de una luz aparentemente tenue y brillo acuoso que repele el ingreso de energías negativas físicas, mentales y astrales…
El hombre actual es un ser divino, sumergido en un sueño profundo, desconoce casi por completo todo lo que puede hacer, tiene adormecidos sus sentidos internos e inactivas y deformadas sus fuentes principales de energía psíquica, física y astral. En estas condiciones es imposible captar visual, auditiva o sensorialmente un fenómeno supranormal, por llamarlo de algún modo.
El efecto inmediato del trabajo espiritual es el renacimiento de los poderes latentes en la persona y el despertar integral de sus sentidos físicos y de los cuerpos superiores.
Cuando se logre tal estado de conciencia y sensibilidad, entonces se podrán ver claramente el aura, el efecto del cierre de protección, las energías que viajan por el astral, las formas que adoptan las palabras y los sonidos en esta y otras dimensiones; también se ampliará nuestro campo de experiencia directa, veremos otros aspectos de los seres y de las cosas, antes desconocidos para nosotros, descubriremos nuevos colores y sensaciones y seremos conscientes de la presencia del Cristo interno en todas las criaturas que conviven con nosotros.
El efecto inmediato del trabajo espiritual es el renacimiento de los poderes latentes en la persona y el despertar integral de sus sentidos físicos y de los cuerpos superiores.
Cuando se logre tal estado de conciencia y sensibilidad, entonces se podrán ver claramente el aura, el efecto del cierre de protección, las energías que viajan por el astral, las formas que adoptan las palabras y los sonidos en esta y otras dimensiones; también se ampliará nuestro campo de experiencia directa, veremos otros aspectos de los seres y de las cosas, antes desconocidos para nosotros, descubriremos nuevos colores y sensaciones y seremos conscientes de la presencia del Cristo interno en todas las criaturas que conviven con nosotros.
¿Por qué debemos proteger a los que viven con nosotros, al recinto donde vivimos y a nosotros mismos?
Todos nosotros, nuestros hogares, nuestra casa, hijos, pareja, familia, etc. estamos continuamente expuestos a la influencia nociva de las energías negativas desencadenadas en el mundo actual: los errores psicológicos de la humanidad, el manejo descuidado y equivocado de las energías internas, los efluvios dañinos de seres malvados con poder, las agresiones de los que están descontentos con nuestro pequeño éxito , los resentimientos, etc. La reunión de todo lo anterior crea en los mundos internos corrientes energéticas horrorosas que hacen mucho daño a la humanidad.
Aunque no se tenga el suficiente desarrollo para visualizar el efecto del cierre de protección, éste crea una fuerza protectora que circunda el aura exterior de las personas y los recintos, evitando de esta forma la adhesión de larvas astrales, corrientes negativas y demás fluidos ya mencionados.
CIERRES.
Las manos son receptoras y transmisoras de energías. Desde todos los extremos de su superficie se recogen y emiten corrientes energéticas continuamente...
El hombre siempre ha sido consciente de esta propiedad natural. Es por eso que a lo largo de la historia los grandes guías espirituales han utilizado la posición de sus manos y, de cierta forma, han canalizado su fuerza creadora para impartir y ordenar el mensaje divulgado.
Las manos, por tanto, también se utilizan como elementos indispensables de energía, no sólo emiten sino que también marcan y señalan en otras dimensiones figuras trazadas a partir de su movimiento.
Los cierres de protección, se hacen generalmente con las manos, valiéndose de la expulsión energética de fuerza que se presenta a nivel de los dedos, así
Las manos, por tanto, también se utilizan como elementos indispensables de energía, no sólo emiten sino que también marcan y señalan en otras dimensiones figuras trazadas a partir de su movimiento.
Los cierres de protección, se hacen generalmente con las manos, valiéndose de la expulsión energética de fuerza que se presenta a nivel de los dedos, así
(Imagen 1)
Dedo índice y corazón.
Despiden energías concentrada en línea recta, en la misma dirección de los dedos.
Dedo pulgar.
Despide energía en forma de ondas en la misma dirección de la curvatura propia de su extremo.
Dedos anular y meñique.
Recogen energía y la ciclan de la misma manera como lo hace una aspiradora.
Las diferentes posiciones de las manos o mudras predisponen el aura para el momento del cierre de protección. Esto sumado a una concentración apropiada, asegura el éxito de esta práctica que no dura mas de 30 segundos pero que es importantísima para la defensa y la supervivencia..
Despiden energías concentrada en línea recta, en la misma dirección de los dedos.
Dedo pulgar.
Despide energía en forma de ondas en la misma dirección de la curvatura propia de su extremo.
Dedos anular y meñique.
Recogen energía y la ciclan de la misma manera como lo hace una aspiradora.
Las diferentes posiciones de las manos o mudras predisponen el aura para el momento del cierre de protección. Esto sumado a una concentración apropiada, asegura el éxito de esta práctica que no dura mas de 30 segundos pero que es importantísima para la defensa y la supervivencia..
CIERRE DE PROTECCIÓN PERSONAL
Dedos pulgar, índice y corazón extendidos, firmes y rectos.
Dedos anular y meñique doblándose hacia adentro.
Dedos pulgar, índice y corazón extendidos, firmes y rectos.
Dedos anular y meñique doblándose hacia adentro.
(Como se indica en la imagen 2)
1- Llevar la mano derecha a la frente.
Decir: En el nombre del padre.
(Decir esto significa someterse a la voluntad del Señor del Universo. Entregarse en manos del Padre Celestial).
Decir: En el nombre del padre.
(Decir esto significa someterse a la voluntad del Señor del Universo. Entregarse en manos del Padre Celestial).
2- Llevar la misma mano a la altura del ombligo.
Decir: En el nombre del Hijo.
(mentalizar el cristo interno de nuestro corazón)
3- Llevar la misma mano el hombro izquierdo y después al derecho.
Decir: En el nombre del Espíritu Santo. Es.
(Mentalizar las energías internas circulando por todo el cuerpo, tal como lo hace la sangre.
4- Cerrar la cruz anterior con un círculo que parta del hombro derecho se dirija hacia la cabeza, que luego baje al hombro izquierdo, continué bajando hacia la cintura y cierre el círculo dirigiéndose hacia la frente pasando por segunda vez por el hombro derecho, mientras se pronuncia: En el nombre de IOD HE VAU HE” (se pronuncia: IOD JE VAU JE). Este el nombre sagrado de Dios en idioma hebreo que se debe pronunciar conscientemente, con profunda devoción y respeto, nunca en casos innecesarios y mucho menos en broma o en charla alguna que no sea para impartir el conocimiento.
Decir: En el nombre del Hijo.
(mentalizar el cristo interno de nuestro corazón)
3- Llevar la misma mano el hombro izquierdo y después al derecho.
Decir: En el nombre del Espíritu Santo. Es.
(Mentalizar las energías internas circulando por todo el cuerpo, tal como lo hace la sangre.
4- Cerrar la cruz anterior con un círculo que parta del hombro derecho se dirija hacia la cabeza, que luego baje al hombro izquierdo, continué bajando hacia la cintura y cierre el círculo dirigiéndose hacia la frente pasando por segunda vez por el hombro derecho, mientras se pronuncia: En el nombre de IOD HE VAU HE” (se pronuncia: IOD JE VAU JE). Este el nombre sagrado de Dios en idioma hebreo que se debe pronunciar conscientemente, con profunda devoción y respeto, nunca en casos innecesarios y mucho menos en broma o en charla alguna que no sea para impartir el conocimiento.
Cierre externo, para realizarlo sobre otras personas, cerca o a distancia.
Se hace de la misma forma que el cierre personal, inscribiendo la señal de la cruz en dirección a la otra persona, tal como bendice una madre a su hijo. El círculo para cerrar la cruz se puede inscribir en el orden de las manecillas del reloj.
ANÓNIMO.
Se hace de la misma forma que el cierre personal, inscribiendo la señal de la cruz en dirección a la otra persona, tal como bendice una madre a su hijo. El círculo para cerrar la cruz se puede inscribir en el orden de las manecillas del reloj.
ANÓNIMO.
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