(El Rito de Purificación)
El rito del Inipi utiliza todos los Poderes del universo: la tierra y las cosas que crecen de la tierra, el agua, el fuego y el aire.
Cuando usamos el agua en la choza de sudor, debemos pensar en Wakan Tanka, que siempre está fluyendo, dando Su poder y vida a todo. Incluso debemos ser como el agua, que está más abajo que todas las cosas, y sin embargo es más fuerte que las piedras.
La choza de sudor se hace con doce o dieciséis sauces jóvenes, y éstos también tienen una lección que enseñarnos, pues en el otoño sus hojas mueren y regresan a la tierra, pero en la primavera cobran vida de nuevo. De igual forma, los hombres también mueren pero viven de nuevo en el mundo real de Wakan Tanka, donde sólo existen los espíritus de las cosas. Y esta vida verdadera nosotros podemos conocerla aquí en la tierra si purificamos nuestros cuerpos y mentes y nos acercamos así a Wakan Tanka, que es todo pureza.
Los sauces que forman el marco de la choza de sudor se colocan de tal manera que marcan los cuatro cuartos del universo; así, la choza entera es el universo en una imagen, y las gentes de dos pies, de cuatro pies, los alados y todas las cosas del mundo están contenidas dentro de ella, pues todas estas gentes y cosas también deben purificarse antes de enviarle una voz a Wakan Tanka.
Las piedras representan a la Abuela Tierra, de quien vienen todos los frutos, y también representan la naturaleza indestructible y eterna de Wakan Tanka.
El fuego que se usa para calentar las piedras representa al gran poder de Wakan Tanka, que da vida a todas las cosas. Es un rayo de sol, pues el sol también es Wakan Tanka en cierto aspecto.
El fogón redondo al centro de la choza de sudor es el centro del universo, en donde mora Wakan Tanka con Su poder, que es el fuego.
Todas estas cosas son wakan para nosotros y deben entenderse profundamente si realmente deseamos purificarnos, pues el poder de una cosa o un acto está en el significado y la comprensión.
La choza de sudor siempre se construye con la puerta hacia el este, pues de esta dirección viene la luz de la sabiduría. Aproximadamente diez pasos de la choza, al este, primero construimos un fogón sagrado que se llama Peta-owihankeshni, "fuego sin final" o "fuego eterno", y ahí es donde las piedras son calentadas. Cuando ponemos las piedras y encendemos el fuego, debemos orar:
"Abuelo, Wakan Tanka, Tú eres y siempre has sido. Estoy a punto de hacer Tu voluntad en esta tierra como Tú nos has enseñado. Al poner estas piedras sagradas en los cuatro cuartos entendemos que eres Tú quien está en el centro. ¡Sagradas piedras, ustedes nos están ayudando a hacer la voluntad de Wakan Tanka!
"¡O Wakan Tanka, éste es Tu fuego eterno, que se nos ha dado en esta gran isla! Es Tu voluntad que nosotros construyamos este lugar de una manera sagrada. El fuego eterno siempre arde; a través de él nosotros viviremos de nuevo haciéndonos puros y acercándonos a Tus poderes."
Al hacer el altar central dentro de la choza de sudor, donde después se colocarán las piedras calientes, debemos orar:
"Abuelo y Padre Wakan Tanka, creador de todo lo que es, que siempre has sido, ¡mírame! Y Tú, Abuela y Madre Tierra, Tú eres wakan y tienes oídos sagrados; ¡escúchame! Nosotros hemos venido de Ti, somos parte de Ti, y sabemos que nuestros cuerpos regresarán a Ti en el momento en que nuestros espíritus recorran el gran camino. Al colocar este centro en la tierra, te recuerdo a Ti, a quien mi cuerpo regresará. Pero sobre todo pienso en Wakan Tanka, con quien nuestros espíritus se vuelven uno. Purificándome de esta manera, yo deseo hacerme digno de Ti, Wakan Tanka, para que mi gente pueda vivir."
Se hace un agujero redondo al centro de la choza de sudor. Con la tierra que se saca de éste se hace un camino sagrado que conduce hacia afuera de la choza al este. Al final de este camino se hace un pequeño montón de tierra. Al hacer esto nosotros oramos:
"En Ti, Abuela Tierra, yo construiré el camino sagrado de la vida. Al purificarnos para la gente, nosotros recorreremos este camino con pasos firmes, pues es el camino que lleva a Wakan Tanka. En este camino hay cuatro pasos que son sagrados. Que mi gente recorra este camino. ¡Que seamos puros! ¡Que vivamos de nuevo!
"Abuelo Wakan Tanka, nosotros hemos aprendido Tu voluntad y conocemos los pasos sagrados que debemos dar. Con la ayuda de todas las cosas y todos los seres, estamos a punto de enviarte nuestra voz. ¡Sé misericordioso con nosotros! ¡Ayúdanos! Yo me coloco en este camino sagrado y te envío mi voz a través de los cuatro Poderes, que sabemos que son un solo Poder. ¡Ayúdame en todo esto! ¡O Abuelo Wakan Tanka, sé misericordioso con nosotros! ¡Ayuda a mi gente y a todas las cosas a vivir de una manera sagrada que te agrada a Ti! ¡Ayúdanos, Wakan Tanka, a vivir de nuevo!"
Todos los que serán purificados entran en la choza, el líder primero, y conforme cada uno se inclina para entrar, reza:
"¡Hi ho! ¡Hi ho! ¡Pilamaya! (Gracias). Al inclinarme para entrar en esta choza, yo estoy recordando que soy nada comparado contigo, Wakan Tanka, que lo eres todo. Eres Tú quien nos ha puesto en esta isla. Nosotros somos los últimos en ser creados por Ti, que eres el primero y siempre lo has sido. ¡Ayúdame a volverme puro, antes de enviarte mi voz! ¡Ayúdanos en todo lo que estamos a punto de hacer!"
Durante el curso del Inipi, la puerta se abrirá cuatro veces, permitiendo entrar la luz. Esto es para recordarnos las cuatro edades, y cómo a través de la bondad de Wakan Tanka hemos recibido la Luz en cada una de estas edades. El hombre sentado al oeste ahora le envía una voz a Wakan Tanka de esta manera:
"¡Hee-ay-hay-ee-ee! (Esto lo decimos cuatro veces siempre que necesitamos ayuda, o estamos desesperados, ¿y acaso no estamos ahora en la oscuridad y en necesidad de la Luz?) ¡Estoy enviando una voz! (cuatro veces) ¡Escúchame! (cuatro veces) Wakan Tanka, Abuelo, Tú eres el primero y siempre lo has sido. Tú nos has traído a esta gran isla, y aquí nuestra gente desea vivir de una manera sagrada. Enséñanos a conocer y ver todos los poderes del universo, y danos la sabiduría para entender que ellos realmente son un solo Poder. ¡Que nuestra gente siempre te envíe su voz mientras recorren el camino sagrado de la vida!
"O Piedras antiguas, ahora ustedes están aquí con nosotros. Wakan Tanka ha creado la Tierra y las ha colocado junto a Ella. ¡En ustedes caminarán las generaciones y sus pasos no vacilarán! O Piedras, ustedes no tienen ni ojos, ni boca, ni miembros. Ustedes no se mueven, pero al recibir su respiración sagrada (el vapor), nuestra gente tendrá resistencia al recorrer el camino de la vida. Su respiración es la respiración misma de la vida.
"Hay un Ser Alado, allí donde el sol baja para descansar, que controla esas aguas a las que todos los seres vivientes deben sus vidas. ¡Que usemos estas aguas aquí de una manera sagrada!
"Ustedes, las personas que siempre están de pie, y quienes atraviesan la tierra y alcanzan los cielos, ustedes, gente árbol, son muchos, pero uno de ustedes ha sido elegido especialmente para sostener esta choza sagrada de purificación. Ustedes los árboles son los protectores de los alados, pues en ustedes ellos construyen sus chozas y crían a sus familias; y mucha gente se cobija bajo ustedes. ¡Que todas estas gentes y todas sus generaciones caminen juntos como parientes!
"A cada cosa terrenal, O Wakan Tanka, Tú le has dado un poder, y puesto que el fuego es la más poderosa de Tus creaciones, pues consume a todas las otras cosas, nosotros lo ponemos aquí en nuestro centro, y cuando lo vemos y pensamos en él, realmente Te recordamos. ¡Que este fuego sagrado siempre esté en nuestro centro! ¡Ayúdanos en lo que estamos a punto de hacer!"
El líder ahora rocía agua en las piedras, una vez para nuestro Abuelo, Tunkashila, una vez para nuestro Padre, Ate, una vez para nuestra Abuela, Unchi, una vez para nuestra Madre, Ina, la Tierra, y luego una vez para la sagrada pipa. Esto se hace con un ramo de salvia o de pasto dulce, para que el vapor sea fragante.
Hace mucho calor ahora en la choza, pero es bueno sentir las cualidades purificadoras del fuego, el aire y el agua, y oler la fragancia de la salvia sagrada. Después de que estos poderes han trabajado bien en nosotros, la puerta de la choza se abre, recordándonos la primera edad en la que recibimos la Luz de Wakan Tanka. El ayudante trae agua y se fuma la pipa.
La puerta de la choza se cierra, encontrándonos en la oscuridad una segunda vez. La persona al norte ahora reza:
"¡Mira, O Águila Calva, allí donde el gigante Waziya tiene su choza! Wakan Tanka te ha puesto allí para controlar ese Camino. Estás ahí como guardián de la salud de la gente, para que ellos puedan vivir. ¡Ayúdanos con tu viento de limpieza! Que nos vuelva puros para que podamos recorrer el camino sagrado de una manera sagrada y podamos agradar a Wakan Tanka.
"¡O Abuelo Wakan Tanka, Tú estás por encima de todo! Eres Tú quien ha puesto una piedra sagrada en la tierra, y que ahora está en el centro de nuestro aro. Tú también nos has dado el fuego, y allí en el lugar donde el sol se pone, le has dado poder a Wakinyan, quien controla las aguas y cuida la pipa más sagrada. Tú has puesto a un ser alado en el lugar donde el sol nace, y que nos da sabiduría. Y también has puesto un ser alado en el lugar hacia el que siempre encaramos; él es la fuente de vida, y él nos guía por el sagrado camino rojo. Todos estos poderes son Tu poder, y ellos realmente son uno solo. Ellos están ahora aquí dentro de esta choza.
"O Wakan Tanka, Abuelo, sobre todo, es Tu voluntad lo que estamos haciendo aquí. A través de ese Poder que viene del lugar donde el gigante Waziya vive, nos estamos volviendo ahora tan puros y tan blancos como la nieve nueva. Sabemos que ahora estamos en la oscuridad, pero pronto vendrá la Luz. Cuando salgamos que esta choza, que dejemos atrás todos los pensamientos impuros, toda la ignorancia. ¡Que seamos como niños recién nacidos! ¡Que vivamos de nuevo, O Wakan Tanka!"
Se pone agua de nuevo en las piedras, y la puerta de la choza pronto se abre por segunda vez, representando la llegada del Poder purificador del Norte, y también vemos la luz que destruye la oscuridad, así como la sabiduría ahuyenta la ignorancia. Se pasa agua de nuevo alrededor y se fuma la pipa. La puerta se cierra y el hombre sentado al este ahora envía su voz de esta manera:
"O Gran Espíritu, Wakan Tanka, acabo de ver el día, la Luz de la vida. Allí donde el sol nace, Tú le has dado el poder de la sabiduría a la Estrella de la Mañana. El alado que cuida este camino es de aliento largo, y con los dos días sagrados que Tú, Wakan Tanka, le has dado, él ha cuidado el camino de la gente. Tú que controlas el camino donde el sol nace, ¡míranos con tus días rojo y azul, y ayúdanos a enviarle nuestras voces a Wakan Tanka! ¡Tú que tienes sabiduría, danos algo de ella, para que nuestros corazones puedan iluminarse y que nosotros podamos conocer todo lo que es sagrado!
"O Estrella de la Mañana, allí en el lugar donde el sol nace, Tú que tienes la sabiduría que buscamos, ayúdanos a limpiarnos y a toda la gente, para que nuestras generaciones venideras tengan Luz al recorrer el camino sagrado. Tú guías al alba mientras avanza, y también al día que le sigue con su Luz, que es sabiduría. ¡Esto lo haces para nosotros y para todas las gentes del mundo, para que ellos puedan ver claramente al recorrer el camino wakan, para que ellos puedan conocer todo lo que es sagrado, y para que ellos puedan incrementarse de una manera sagrada!"
Se vierte agua de nuevo en las piedras y cantamos un canto sagrado. En poco tiempo, cuando el calor ha trabajado a través de nosotros, la puerta se abre por tercera vez y la luz del este entra hacia nosotros. La pipa se fuma de nuevo. Es el hombre en el sur el que ahora envía su voz:
"¡Abuelo, Wakan Tanka, míranos! Tú has puesto un gran Poder allí donde nosotros siempre encaramos, y de esta dirección muchas generaciones han surgido y han regresado. Hay un ser alado en esta dirección que cuida el sagrado camino rojo, del que las generaciones han surgido. ¡La generación que está aquí hoy desea limpiarse y purificarse, para que pueda vivir de nuevo!
"Quemaremos pasto dulce como ofrenda a Wakan Tanka, y la fragancia de esta voluntad se esparcirá por todo el cielo y la tierra. Hará que la gente de cuatro pies, los alados, las gentes de las estrellas y todas las cosas sean parientes. De Ti, Abuela Tierra, que eres humilde y que nos apoyas como una madre, esta fragancia surgirá. ¡Que su poder se sienta por todo el universo y purifique los pies y las manos de la gente de dos pies, para que ellos puedan seguir adelante en la tierra sagrada y puedan elevar sus cabezas hacia Wakan Tanka!"
Toda el agua que queda se vierte ahora en las piedras, que todavía están muy calientes. Y conforme se eleva el vapor y lo penetra todo, cantamos una canción sagrada. Pronto el líder del Inipi dice:
El ayudante pronto abrirá la puerta por última vez y cuando se abra veremos la Luz. Pues es el deseo de Wakan Tanka que la Luz entre en la oscuridad, para que no sólo podamos ver con nuestros dos ojos, sino con el ojo del corazón, Chante Ishta, con el cual vemos y conocemos todo lo que es verdad y bueno. ¡Damos gracias al ayudante, que sus generaciones sean bendecidas! ¡Está bien! ¡Ha terminado! ¡Hetchetu welo!
Al abrirse la puerta de la choza, todos los hombres gritan: "¡Hi ho! ¡Hi ho! ¡Pilamaya!" (Gracias). Y todos están felices, porque han salido de la oscuridad y ahora están viviendo en la Luz. El ayudante trae entonces un carbón vivo del fuego sagrado, y lo coloca justo afuera de la puerta de la choza, en el camino sagrado. Mientras quema pasto dulce en el carbón, dice:
"Ésta es la fragancia de Wakan Tanka. ¡A través de ésta, la gente de dos pies, la gente de cuatro pies, los alados y todas las gentes del universo estarán contentas y se regocijarán!
"Éste es el fuego que ayudará a las generaciones venideras, si lo usan de una manera sagrada. Pero si no lo usan bien, el fuego tendrá el poder de hacerles gran daño."
El líder purifica sus manos y pies con el humo y, elevando sus manos al cielo, reza:
"¡Hi ho! ¡Hi ho! (Cuatro veces) Wakan Tanka, hoy Tú has sido bueno con nosotros y por eso te damos las gracias. Ahora coloco mis pies en la Tierra. Con gran alegría camino sobre la Tierra sagrada, nuestra Madre. ¡Que las generaciones venideras también caminen de esta manera sagrada!"
Moviéndose en círculo en el sentido del movimiento del sol, todos los hombres salen ahora de la choza de sudor, también purifican sus manos y pies, y le rezan a Wakan Tanka como su líder lo ha hecho.
Este rito tan sagrado ha terminado ahora, y quienes han participado son como hombres vueltos a nacer, y han hecho mucho bien no sólo para ellos mismos, sino para toda la nación.
Cuando salimos de la choza de sudor, somos como las almas que se guardan y que regresan a Wakan Tanka después de ser purificadas; porque nosotros también dejamos atrás en la choza del Inipi todo lo que es impuro, para que podamos vivir como lo desea el Gran Espíritu, y que podamos conocer algo de ese mundo real del Espíritu, que está atrás de éste.
Tomado de The Sacred Pipe. Black Elk´s Account of the Seven Rites of the Oglala Sioux,
registrado y editado por Joseph Epes Brown.
(Traducción de Cheryl Harleston)